El Movimiento Cívico Nacional formalizó su adhesión al Frente Amplio Progresista (FAP) con los partidos Convergencia y del Trabajo (PT), para sumarse de lleno a la lucha que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Tras signar el acuerdo correspondiente, Mario Saucedo, coordinador de esa corriente perredista, minimizó la advertencia de la dirigencia nacional del partido del sol azteca de que se aplicará la baja automática a quienes apoyen –como militantes activos– coaliciones, campañas electorales o candidatos de otros institutos políticos.
“Es una mezquindad (…). Están nerviosos y cometiendo errores con este tipo de declaraciones”, señaló, por lo que pidió a los dirigentes de Nueva Izquierda que “se moderen”. Asimismo, defendió el derecho de su corriente a establecer este acuerdo, como parte de los resolutivos del congreso nacional de octubre del año pasado, en el sentido de promover la más amplia unidad de la izquierda desde dentro y fuera del PRD.
Se preguntó si expulsarán a López Obrador si apoya a candidatos del FAP. “¿Qué, lo van a expulsar a él también? Pareciera que unos quisieran ya echarlo. Tal vez les estorba en las negociaciones que están teniendo con algunos sectores del poder”.
Contra la confrontación
Mientras, el diputado Humberto Zazueta, también de los cívicos, descartó que su acercamiento con el FAP responda al hecho de que fueron excluidos de cargos de dirección en el PRD. “Estamos en contra de la intención de Nueva Izquierda de querer llevar al PRD a una confrontación permanente con Andrés Manuel López Obrador”.
Saucedo reiteró que “por lo pronto” no se saldrán del sol azteca. Pero “la descomposición, la corrupción, la impunidad y la pérdida de independencia del partido frente a la derecha nos conduce a promover un amplio debate, junto a otras expresiones de izquierda, al interior y fuera del partido, sobre la perspectiva de la izquierda, la crisis del PRD y el futuro de los movimientos sociales”.
Y nuestra participación en el FAP –insistió– “se propone construir, conjuntamente con sus integrantes (PT y Convergencia) y otras fuerzas, los espacios de participación de movimientos civiles, ciudadanos y sociales que hoy ven con desconfianza al PRD, así como a los militantes y grupos del partido que están inconformes con la decisión del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (de otorgar el triunfo a Jesús Ortega como dirigente nacional perredista) y con la forma clientelar y mezquina en que las corrientes de los distintos bloques se disputan los espacios”. Precisó que su corriente no está en busca de cuotas, de cara a las elecciones del año entrante, sino por impulsar a los mejores candidatos para integrar un Congreso combativo, “que se la rife, y no ande buscando componendas con las otras fuerzas”.
Alberto Anaya y Luis Maldonado, dirigentes nacionales de PT y Convergencia, respectivamente, les dieron la bienvenida durante la ceremonia de firma del convenio, en el Club de Periodistas, con la asistencia de cientos de personas, entre de dirigentes y militantes de ambos partidos, así como legisladores e integrantes de los cívicos.
Maldonado anticipó que en el próximo proceso electoral se conducirán bajo reglas “muy distintas a las que a veces nos han querido imponer otras fuerzas políticas”, porque “esta coalición no es de cuotas ni de que tenga predeterminadas y secuestradas las candidaturas”. Se congratuló porque los candidatos del FAP “serán manifestación y expresión del Movimiento Cívico Nacional, y con ellos vamos a incrementar la presencia en la Cámara de Diputados para defender legítimamente las causas que nos convocan”, señaló.
No hay comentarios:
Publicar un comentario