Una vez más, la sensatez y la experiencia política poseedora de esa sabiduría de la que ya ha dado muestras el presidente legítimo de México Andrés Manuel López Obrador, se pone de manifiesto.
Se preguntaban algunos ¿por qué no en el Zócalo? ¿por qué en el hemiciclo a Juárez esta vez el grito de "los libres"? ¿acaso "les dejamos el zócalo" a los espurios?
Simplemente una medida de protección, de evitar a la gente que continúa con férrea voluntad en este movimiento los sinsabores de pasar por detectores y exponerse a un "chequeo" molesto y en ocasiones vejatorio... 10,000 policías resguardando el zócalo, ya cerrado para que el usurpador Calderón, pueda armar su tinglado para los medios, principalmente la televisión, su principal cómplice, y "retratarse" a gusto.
De todos modos también el miedo lo consume... es natural, "haiga sido como haiga sido" usurpa la presidencia y ha dado muestras una y otra vez de su ineptitud y pelelez al por mayor.
Las noticias alrededor del mundo van en el sentido de que "México está amenazado por los zetas" y se corre "un enorme riesgo" en los festejos de la independencia, como nunca antes... convoyes de gobernadores "atacados", "estallidos de artefactos" -así sean latas de gas butano- han dado la voz de alerta a las autoridades, y con este pretexto, militarizar el país, especialmente la ciudad de México. Desde luego lo que ocultan al mundo estas medidas son, primero, el rechazo a que la gente celebre libre y felizmente estas fiestas, creando un ambiente de terror que los lleve a someterse a este gobierno malhechor, incapaz de brindar bienestar a la población. Y enseguida, evitar al pelele de la mafia en el poder, Felipe el espurio, la molestia de miles de personas en el Zócalo vitoreando al verdadero presidente de México, al único político capaz de organizarse con la gente, de caminar codo a codo con ella en la calle: López Obrador.
No obstante, en varios lugares de la República y sobre todo, en el corazón del país, en la capital de México, y en un lugar por demás simbólico: un monumento en honor del gran republicano Benito Juárez, los libres de espíritu de este país acompañarán en el grito de independencia al presidente que saben nunca los traiciona: Andrés Manuel. Aun cuando sea Clara Brugada y no él, quien tenga el honor de emitir dicho grito en esta ocasión. Ella, quien es también quien ganó la contienda por la emblemática delegación Iztapalapa en el proceso electoral de julio a pesar las sucias jugarretas a las que dicha elección fue sometida; ella, la verdadera ganadora y no un triste personaje inflado por los medios.
Por otra parte, la mafia (Salinas y confabuladores que le siguen, entre ellos los dueños de los medios masivos de desinformación), el gobierno espurio y sus lacayos, prefieren dar al mundo esa imagen de “estado fallido” con tal de salirse con la suya, cuánta perversión...
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