Por Tlacaelel
Salvador Allende fue candidato a la Presidencia de la República Chilena en cuatro oportunidades y finalmente, en una reñida elección en 1970 se convirtió en el primer presidente con un programa socialista en el mundo que accedió democráticamente al poder.
Una vez asumido el cargo, Allende comenzó rápidamente a cumplir sus promesas electorales, orientando su país hacia la "vía chilena al socialismo". Se instituyó el control estatal de la economía, se nacionalizaron los recursos mineros, los bancos extranjeros y las empresas monopolistas y se aceleró la reforma agraria. Además, Allende lanzó un plan de redistribución de ingresos, aumentó los salarios e impuso un control sobre los precios.
La oposición a su programa político fue muy vigorosa por grupos de la derecha y conservadores tanto internos como externos y esta crisis se agravó más por la injerencia directa de Estados Unidos, que colaboró activamente por desgastar al régimen de Allende. El 11 de septiembre de 1973 los militares tomaron el poder mediante un golpe de Estado, pereciendo Allende en la defensa del palacio presidencial.
El fin de su gobierno daría inicio al Régimen Militar, una dictadura encabezada por Augusto Pinochet, que duraría poco más de 17 años.
Pero después de más de 30 años, ¿Cómo podemos visualizar estos acontecimientos? ¿Y en que contribuyeron para la situación actual de la izquierda y el socialismo latinoamericano?
Las interpretaciones pueden ser varias, pero lo que sí es claro es que en la tierra de Gabriela Mistral, Violeta Parra, Pablo Neruda, Víctor Jara y otras personalidades se sentaron las bases en la década de los 70 para llegar a lo que ahora es la aplicación de programas sociales, de derechos humanos, de asistencia social y laboral, en la mayoría de los países de Latinoamérica, en lo que ahora se ha dado por llamar el socialismo Bolivariano, tema que es muy discutible y muy amplio y que requiere de análisis más profundos que se pueden abordar en otra ocasión.
En la actualidad, Salvador Allende se mantiene como uno de los personajes más fascinantes de la historia de Chile. Las circunstancias de su vida, de su obra y de su muerte lo convirtieron en un símbolo para la izquierda a nivel internacional.
Salvador Allende fue candidato a la Presidencia de la República Chilena en cuatro oportunidades y finalmente, en una reñida elección en 1970 se convirtió en el primer presidente con un programa socialista en el mundo que accedió democráticamente al poder.
Una vez asumido el cargo, Allende comenzó rápidamente a cumplir sus promesas electorales, orientando su país hacia la "vía chilena al socialismo". Se instituyó el control estatal de la economía, se nacionalizaron los recursos mineros, los bancos extranjeros y las empresas monopolistas y se aceleró la reforma agraria. Además, Allende lanzó un plan de redistribución de ingresos, aumentó los salarios e impuso un control sobre los precios.
La oposición a su programa político fue muy vigorosa por grupos de la derecha y conservadores tanto internos como externos y esta crisis se agravó más por la injerencia directa de Estados Unidos, que colaboró activamente por desgastar al régimen de Allende. El 11 de septiembre de 1973 los militares tomaron el poder mediante un golpe de Estado, pereciendo Allende en la defensa del palacio presidencial.
El fin de su gobierno daría inicio al Régimen Militar, una dictadura encabezada por Augusto Pinochet, que duraría poco más de 17 años.
Pero después de más de 30 años, ¿Cómo podemos visualizar estos acontecimientos? ¿Y en que contribuyeron para la situación actual de la izquierda y el socialismo latinoamericano?
Las interpretaciones pueden ser varias, pero lo que sí es claro es que en la tierra de Gabriela Mistral, Violeta Parra, Pablo Neruda, Víctor Jara y otras personalidades se sentaron las bases en la década de los 70 para llegar a lo que ahora es la aplicación de programas sociales, de derechos humanos, de asistencia social y laboral, en la mayoría de los países de Latinoamérica, en lo que ahora se ha dado por llamar el socialismo Bolivariano, tema que es muy discutible y muy amplio y que requiere de análisis más profundos que se pueden abordar en otra ocasión.
En la actualidad, Salvador Allende se mantiene como uno de los personajes más fascinantes de la historia de Chile. Las circunstancias de su vida, de su obra y de su muerte lo convirtieron en un símbolo para la izquierda a nivel internacional.
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